Los agentes inmobiliarios recorren tantas viviendas como sea posible
con el objetivo de conocer toda la oferta disponible. En muchas
ocasiones, los agentes se preguntan si los propietarios de las viviendas
que acaban de enseñar a posibles compradores sabían que había
programada una visita. en este sentido, los agentes indican que hay que
evitar que los posibles compradores vean durante la visita a la vivienda
juguetes, mascotas o platos sucios.
Mascotas: los potenciales compradores no quieren ver
ni a las mascotas de los actuales dueños ni los juguetes de los
animales. Cuando alguien quiere vender su casa no es necesario que los
posibles interesados en comprar sepan que ahí han vivido animales.
Niños: algo similar a las mascotas ocurre con los
juguetes de los niños porque puede transmitir a los futuros propietarios
que la vivienda no está ordenada y limpia.
Platos sucios en el fregadero: si durante la visita
los interesados ven los platos y cubertería sucia y aplida en el
fregadero transmite una imagen negativa de la vivienda.
El baño: presentar un cuarto de baño limpio y sin
objetos personales de los actuales inquilinos ayuda a transmitir una
sensación de limpieza en el baño como si fuese la primera vez que se
usa.
(PUBLICADO EN IDEALISTA.COM)