Blog de Inmobiliaria Sevilla 2000

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viernes, 26 de octubre de 2012

El decálogo del propietario para encontrar al inquilino ideal

hay que tomar medidas para dar con el inquilino perfecto
Hay que tomar medidas para dar con el inquilino perfecto

Cada vez más propietarios buscan en el alquiler una forma de rentabilizar su vivienda vacía. en este nuevo capítulo de nuestra guía sobre el alquiler te mostramos los 10 puntos que deben seguir los propietarios para embarcarse con éxito en la aventura de alquilar una vivienda, que incluyen dar a conocer el inmueble de manera adecuada y acertar con el inquilino escogido

1) publicitar la vivienda
Dar a conocer la vivienda a través de profesionales del sector o portales inmobiliarios como idealista.com, será el primer paso para que la encuentre quien esté buscando un alquiler. es importante ofrecer una información veraz, para que los posibles interesados sepan de antemano cómo es la casa y las condiciones que se ofrecen, y que de forma natural lleguen visitas a la casa que después no se desilusionen    

2) pedir consejo profesional
Recurrir a un profesional inmobiliario para que nos ayude a alquilar la vivienda o incluso a gestionar el arrendamiento una vez éste se firme puede ser muy útil por varios motivos. además de ayudarnos a establecer un precio adecuado por la vivienda, también nos ayudará a acertar en la selección del inquilino y nos asesorará a la hora de firmar el contrato. incluso, en algunos casos, podrá encargarse de la gestión posterior de la vivienda para mayor comodidad y seguridad del propietario

3) establecer el perfil del inquilino

Podemos querer alquilar la casa a un determinado tipo de perfil de personas (parejas con hijos, estudiantes, personas sin animales, etc) porque creamos que va a cuidar mejor de la casa. Lo que tenemos que saber es si tenemos un inmueble adecuado para ellos o si tenemos que dirigirnos a otro público objetivo en función de las características del piso

4) exigir una cierta estabilidad laboral

Si el inquilino cuenta con un trabajo estable en principio será más solvente y nos dará más garantías de pago. Un estudio del perfil del inquilino por un profesional inmobiliario puede servirte de gran ayuda para ganar en tranquilidad

5) investigar algo más al inquilino con su permiso

El propietario puede pedir referencias al potencial inquilino, como si de una oferta de trabajo se tratase. También se le puede pedir algún informe que acredite su reputación como pagador, por ejemplo en otros pisos de alquiler en los que haya vivido

6) no todo es el dinero

Además de que el inquilino pague, también interesa que cuide bien la casa. por eso, además de la solvencia, interesa valorar la impresión que nos cause la persona y la confianza que nos transmita. A veces será interesante incluso hacer una rebaja en la renta pedida por el piso si a cambio el inquilino nos transmite seguridad y tranquilidad durante el tiempo que dure el contrato

7) solicitar una fianza
Es de obligado cumplimiento según la ley de arrendamientos urbanos (lau), y debe ser equivalente a una mensualidad de renta cuando se alquila una vivienda. Hay que recordar que esta fianza tendrá que ser depositada de manera obligatoria en el organismo correspondiente de la comunidad autónoma. Servirá para que el casero pueda cubrir los posibles desperfectos que la vivienda haya sufrido por culpa del inquilino cuando finalice la vida del contrato o los pagos que el inquilino deje pendientes

8) pedir garantías adicionales
Además de la fianza, la ley permite que pidamos al inquilino otras garantías adicionales que cubran un posible impago. En esta línea se puede valorar que el inquilino solicite algún tipo de aval

9) contratar un seguro de alquiler
El propietario puede contratar un seguro de alquiler que incluye una garantía de cobro en el caso de impago de la renta por parte del inquilino, la compensación por vandalismo o deterioro del inmueble y la cobertura de los gastos de un abogado, si el titular de la póliza lo requiere. Hay varios tipos de pólizas en función de la cobertura de protección que se desee

10) desconfiar del inquilino súper-perfecto
en algunas ocasiones un inquilino a la priori perfecto (promete no hacer fiestas, tener personal para limpiar la casa, prometer trabajo estable...) ha resultado ser un/a estafador/a profesional, que sabe lo que quiere escuchar el propietario y le regala los oídos. Por eso, no hay que caer en la tentación de dejarse impresionar por el inquilino perfecto, sino que conviene indagar un poco más antes de firmar el contrato

(publicado por idealista.com)